jueves, 6 de septiembre de 2007

Descubridor perdido.


Descubridor perdido, que cambiaste los océanos por lágrimas; que dejaste de soñar con cambiar el mundo y abrir nuevos horizontes para anegarte en llanto; que cubres con tu desconcierto el vacío que dejaron el exotismo y los tesoros escondidos. Descubridor perdido, ¿es que no ves que sucumbiste ante el orgullo del hallazgo? Olvidaste una naturaleza inexplorada –la tuya- por dedicarte a recorrer paraísos que jamás te pertenecieron.
Aventurero solitario, llorando tu soledad en el corazón de la selva. Sediento de compañía, desvalijada tu alma. Puede que nadie vaya a buscarte, lo sabes. ¡A ti, que tanto has encontrado! ¿Quién podría hacerlo…? ¿Quién si no tú, viajante vagabundo, daría el alma por entrever la silueta del abismo? Eres conquistas sumergidas. Eres un texto sin rumbo entregado a destiempo.
¿Y si pudieras llevarme contigo? Pero tu cuerpo abandonado hace mucho que es un pecio en el fondo de unas aguas que tienen poco de reales. Son las de una ínsula que inventaste y fue testigo de tus días de ilusión. Aquellas cuyas olas ahogaron la voz de un niño al que no quisiste escuchar. Son ésas, te digo. Escucha. No niegues que estás llorando. ¿No lo escuchas?
No sigas negándolo… Escucho. Vida, tu vida, si vida, escalar: sin dirección ni sentido, como módulo los incontables peldaños de una escalera que no conduce a ningún lugar. Ni en tus brazos, ni en tu barca, ni en tu isla hubo nunca espacio para dos. Ojalá fueras un náufrago.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya estas de vueltaaaaaa!!! bieeennn necesitaba sentir la inspiracion que me das en momentos dificiles para mi, que sepas que es maravilloso lo que escribes...que todos llevamos dentro un descubridor que anda perdido...probablemente nuestro corazon!! un besazo july!! Markito