miércoles, 27 de febrero de 2008

Esos son. Esos ojos oscuros. Los que no son.


Me equivoqué de sonrisa, esta noche. ¡Si al menos desapareciera al amanecer! Me persiguen esos ojos ¿almendrados?¿ verdes? ¿azules? ¿ grises? Negros; negros y suyos. Corro hasta la esquina más próxima… Parece que… Sí, siguen ahí –insaciables, tan empeñados en ser vistos como la primera vez que los vi o que me vieron. Tal vez los haya despistado... Dentro de uno, de dos o de tres días volverán a encontrarme, cuando se acuerden de mí. Y volveré a intentar escapar.
Si es que… tú… Pero yo ya tengo una sonrisa. Borraré con ella hasta que desaparezcan esas rayas azules, hasta que se desvanezcan. Esos ojos. Fijos. No… Diles que no me miren, que no me llamen.
Olvida ese sueño. Otro. Tira la mesa cuando te despiertes, o cámbiala de color. Pinta, pinta sobre lo pintado. Afila el lápiz de tachar impulsos sin sentido y rompe el de avivar fuegos que ni alumbran ni calientan: que sólo queman.

Ahora temo dormir porque hoy… no quiero soñar nada.

4 comentarios:

John Michael dijo...

Cuando esos ojos, esos, se fijan en los tuyos, los tuyos en esos ojos, y se esboza una sonrisa en tu rostro, ni en el más remoto de tus sueños te olvidaras de ellos :p

Joyce dijo...

No s� si eso es un problema... Pero nadie puede luchar contra los ojos con los que sue�a. As� que procurar� no volver a confundirme. ^^

BabyCatFace dijo...

Mmmm... los ojos, una de mis pequeñas obsesiones.
Y, cuando te persiguen en sueños, no puedes hacer nada por evitarlo...

Hacía mucho que no me pasaba por aquí. A ver si pierdo esa mala costumbre de pasarme poco por estos sitios...

¡Saludos! ^^

Ó dijo...

Tengo una compañera que me llama "ojitos". Dice que me parezco al gato de Srek, aunque yo sé que es mentira. Me encantan los ojos marrones claritos y los verdes.