viernes, 22 de febrero de 2008

2-4. Lo que falta.


Me sobran estos cristales que me dejan entrever las figuras mareantes del suelo mojado en que –como yo- intentan ahogarse las gotas, buscándose unas a otras para acercarse a una pequeña muerte que no será definitiva.
Me sobra imaginar un futuro que se me aparece demasiado poco alentador; tanto que, por no desobedecer la Ley del Signo Negativo, no puedo evitar pensarlo durante dos de cada diez de mis minutos.
Y, a medida que voy aprendiendo trucos, me sobra también creer en la magia, fuente más de decepciones sin sombrero que de interminablemente estúpidos pañuelos de colores.
Dos pasos hacia delante y cuatro hacia atrás. Y vuelta a empezar. Es lo que toca. ¿Y mañana? Del menos dos al cero, hasta que me toque tirar de nuevo. Pero ya no tengo ganas de jugar: me cansé de perder y no me apetece ganar.
¿Otra partida? No he decidido si volveré o no a apostarlo todo, pero algo me dice que el único riesgo es que mis números se tornen aún más rojos.

5 comentarios:

Ó dijo...

De perdidos, al río; di que sí. El que no arriesga..no gana.

Joyce dijo...

Y al que arriesga y no gana le queda el consuelo de no haber perdido por cobarde. :)

John Michael dijo...

Quedarse con las ganas, y no arriesgarse a jugar, también se puede considerar una derrota

Joyce dijo...

¡Tiro los dados!

John Michael dijo...

Pues a tirar los dados se ha dicho, espero que obtengas los resultados apropiados ^^