domingo, 4 de mayo de 2008

Describiendo circunferencias.


Aún quedan muchos peldaños. Y, a veces, tan pocas ganas de subir… ¿Abulia, apatía, pasotismo? Ni lo sé ni me importa. Eso.
No, igual no. Pero se acerca el día y la falsa arena de los relojes parece a cada instante más suelta. Elegir, abandonar, emprender, continuar, añorar… todo para no llegar nunca; todo para ser Alguien –o Algo, eso debe de ser lo de menos; todo, ¿para qué? ¿Para que llegue un precioso día en que desee con todas mis fuerzas ser alguien distinto a quien soy?¿Para que descubra que no soy más que lo que otros quisieron que fuera? La arena lo dirá. Pero hoy, hoy me he levantado reivindicativa aunque ni siquiera tenga claro contra qué estoy despotricando. Hoy es un día como los demás pero hoy tampoco soy la misma. ¡Y protesto! Protesto porque… porque nadie me lo advirtió. Nadie hizo alusión a cuánto puede llegar a enredarse la madeja. Nadie salvo ese dichoso animal de compañía en forma de marcador del tiempo al que no pude más que hacer caso omiso. Y si lo oí de otras bocas tampoco tuve el valor de escucharlo.
Las agujas no se cansan y mi paciencia no se ve capaz de enfrentarse a los que no conocen la fatiga. Giran, giran, giran. Describiendo siempre la misma circunferencia para dejarme -otra vez- desorientada en el interior del círculo: del de ayer, y del otro, y del otro. Déjame salir. Sí, ya… Atrapada en tu geometría hasta que la muerte nos separe.
Con todo, sé que mañana tú… Tú sí te irás del círculo. Tú escaparás. Y mi círculo y yo volveremos a ser dos y ninguno. Volveremos a la misma historia, a la antigua –o no tanto-, que renovada me clavará las viejas agujas con un ímpetu recién nacido.
Pero, ¿y si seguimos siendo tres? Tú, yo y nuestro círculo… ¿Qué te…? Los espacios reducidos están hechos para ser compartidos. (¿?)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese reloj de arena no existe, cogelo y tiralo por la ventana. Tu vida es tuya, el tiempo lo pones tu.

La asfixia viene cuadno pretendes bajo una moral ajena, emprender tu propia vida. Entonces te sientes enajenado, si lo que tu pretendes no encaja en esa moral.

Desazte de ese maldito reloj, y haz tu vida tal cual la sientas o entiendas.

Respecto a lo de 2 o 3. Tres es mas bonito, es impar. Y la pesada carga que es nuestra existencia se hace mas liviana y llevadera con alguien a tu lado, alguien adecuado, capaz de llevar tu carga, mientras tu llevas las suya, sin mutuo a cuerdo, sin pragmatismo. Solo reciprocidad casual, que no causal.

besitos

PD: Espero haber interpretado bien y no estar diciendo chorradas :S xD

John Michael dijo...

Yo me deshice de ese animal de compáñía que hace tic tac, lo tiré por la ventana, pero a veces, lo escucho... tic tac

Joyce dijo...

¡Qué manía tenéis todos con eso de tirar cosas por la ventana! Leerme debe de tener efectos secundarios... Sí, me temo que la culpa es mía. Hoy me hago responsable de vuestros actos.

Las autoridades sanitarias advierten que este blog perjudica seriamente la salud.

(Y me obligan a explicitarlo aquí...)

¡Un beso de tic-tac!

El uno también es impar.